El interés que le despierta el color, el mismo que ha estado presente en sus volúmenes da forma a esta muestra.
Le ha interesado también, la temática espacial-arquitectónica y su relación con la gente, a veces solos otras en grupo, y plasmando cómo estos se desarrollan o se despliegan en este espacio, donde aparece también su interés en la luz y su efecto en los planos, las sombras y la transparencia; cómo cambian los espacios producto del reflejo de la luz. La luz como guía e impulsor de movimiento al interior de su obra, una luz que provoca la curiosidad, despertando el impulso vital de habitar, traspasar y recorrer.
En sus esculturas, vuelve a ser el bronce su aliado, siempre trabajadondo con el ser humano, ya sea a través de la figura: mujer y hombre, y su relación entre ellos. Esta vez se vale de la figura geométrica como otras veces en óvalos, y triángulos; ahora, círculos y figuras verticales.
Las esculturas que presentan se refieren más bien al interior del ser humano. Formas externas que muestran generalmente una cara apacible, suave en contraposición a un interior quebrado, rasgado, rugoso con imperfecciones. Aquí se detiene en las aristas, la que delimita y separa de manera drástica dos planos, la que cohabita con lo interno y externo, la que posibilita e impide su manifestación. Asimismo, su temática con lo interno de las formas en que se van descubriendo, mostrando, heridas, dudas, equilibrios y desequilibrios, a través de perforaciones, protuberancias, agresivas y dulces.
¿No somos eso en verdad?, lo humano no se trata tal vez de esto, de un grito detenido, y en otras, de una belleza posible, palpable?, reflexiona la artista.