La pregunta de cómo percibimos el color, ha llevado a la artista a buscar respuestas, a través de una investigación que la condujo al fenómeno de la luz como elemento constitutivo del color. El hecho evidente y aparentemente trivial, que todo volumen recibe y refleja luz – es decir color – y proyecta y recibe sombra, fue el punto de partida para hacer los primeros ejercicios de mezcla de colores y desarrollar mediante la luz y la sombra una paleta variable de colores, temperaturas, tonos y valores.
La utilización de un elemento modular seriado, aporta la concreción física de una forma que yendo de lo bidimensional al relieve hace posible y multiplica las mezclas, los rebotes, las sombras produciendo espacios y formas de dimensiones variables.
Hay que señalar que aquí el espectador tiene un rol importante del cual depende el funcionamiento o activación de su trabajo. Es el movimiento físico de éste el que hará posible la percepción de los fenómenos señalados. Si bien esto corrobora la filiación de su trabajo con cierto arte cinético, la manualidad desplegada en su ejecución y orientada a abordar elementos plásticos propios de la pintura convencional, le permite intentar trascender lo meramente visual buscando un puente que le posibilite extender esta investigación sin perder el contacto con la pintura.