El artista ha vivido y tiene su taller hace más de cuarenta años en la Cordillera, sumergido en las piedras de una cantera y en la lectura de mil libros.
Como Gabriela Mistral nació, creció y aprendió a caminar, a sentir y pensar.
“A la vez, como ella, se lo debo todo al legado de cultura y educación liberal. Al tesoro poético cultural, generado y custodiado por las antiguas facultades de Artes de la Universidad de Chile e Inglaterra. He llegado a ser uno más en esa formidable cultura que por mas de diez mil años ha vivido refugiada en las quebradas y mesetas de Los Andes”, sentencia el escultor.
Hago mios los siguentes versos:
“Cordillera” (Gabriela Mistral)
“No salí de tus laberintos -No salvé tus encrucijadas -vadeé en vano cuarenta vados -crucé en vano la mar amarga- Mis noches son repechos rojos- Y mis encantamientos ,abras …. en mi muerte daré tu mascara – Me acostaron sobre tu lomo – me clavaron a tu espalda Nunca tendré los llanos dulces – Ni dormiré sobre las playas – Llanos y dunas me miraron En mi tus hornos y tus fraguas…”