“No es el cerebro el que aprieta el obturador, es la sangre”
Sergio Larraín E.
Elevator es una serie de retratos espontáneos tomados dentro del ascensor del legendario Whitney Museum, en Nueva York durante el 2014. Este espacio reducido y público, donde los visitantes del museo viajan anónimos de un piso a otro, es también un lugar de espera, donde el ensueño y la autoconciencia de la persona está en juego.
Sin permiso, el artista se infiltró como un espía en este lugar durante el transcurso de varios meses, familiarizándose con el espacio, sus medidas, los tiempos de viaje y la luz que irrumpía la oscuridad del ascensor al abrir sus puertas.
Con el ascensor en movimiento seleccionaba a un sujeto y observaba de cerca sus posturas y expresiones. Se interesó por aquellos que estaban solos, esperando, viajando no solo físicamente, sino que psicológicamente a través de sus pensamientos. Poco a poco se acercaba a ellos con su cámara oculta y de forma casi invisible disparaba desde su pecho para atraparlos inadvertidos y no interrumpir el misterio.
Trasladándose de un piso a otro, estos ensimismados «espectadores de arte» se transformaban, convirtiéndose inadvertidamente en el propio espectáculo.